Aprovechando que estamos en época de verano y que todos buscamos un protector solar que se adapte a nuestra piel, pero desconocemos la información que muestra el producto, no sabemos cómo funciona, cómo nos protege y cómo debemos usarlo.
Pues empecemos hablando de qué son las radiaciones ultravioletas y cómo afectan a nuestra piel.
Una exposición única excesiva a los rayos ultravioletas (UV) del tipo B resulta en la clásica quemadura con aparición de rojeces, dolor e incluso hasta ampollas en las zonas expuestas. Con múltiples exposiciones de rayos UV del tipo B en la juventud o muy temprano en la vida, encontramos la aparición de manchas y pigmentaciones, arrugas, deshidratación marcada de la piel, y la aparición de carcinomas de células basales y melanoma. El desarrollo de queratosis actínica y del carcinoma está muy relacionada con la exposición crónica de los rayos UV del tipo B. La absorción de rayos ultravioletas produce una mutación en el ADN de nuestras células lo que se relaciona con la carcinogénesis cutánea.
Los rayos UV del tipo A son mucho más silentes porque no producen el enrojecimiento típico de los rayos UV del tipo B. Una gran cantidad de rayos UV del tipo B son filtrados en las en las capas del ozono estratosférico, mientras que los rayous UV del tipo A pasan más libremente y por tanto en la superficie terrestre existe 20 veces más rayos UV del tipo A que rayos UV del tipo B.
Los rayos UV del tipo A pueden penetrar los cristales y no se modifican en relación con el día ni con la estación o época del año, ni con la altitud a la que nos encontremos, por ello estamos más expuestos a estos rayos UV del tipo A, con las consecuencias de mayor fotoenvejecimiento y de la formación de radicales libres siendo este el principal mecanismo por el que se contribuye a la formación de cáncer en la piel.
Existen protectores solares físicos y químicos. Los físicos, que son fundamentalmente compuestos por dióxido de titanio o por óxido de zinc, actúan cómo una pantalla en la piel que impide y que bloquea el paso de la luz ultravioleta. Tienen el inconveniente de que dejan una capa de color visible sobre la piel, pero a la vez, son bastante efectivos bloqueando el paso de las radiaciones UV. Los químicos en cambio, están compuestos por combinaciones muy variadas de principios activos, que deben garantizar que la proporción y la estabilidad de la mezcla proporciona una buena protección.
Para determinar el factor de protección de un protector solar, se hace una serie de pruebas a nivel de laboratorio para saber con qué factor de protección va a ser etiquetado ese producto. Pero en la realidad, cuando se aplica en la piel, las condiciones no son iguales que en el laboratorio (la cantidad de protector, el sudor, la ropa que se utilice, las actividades que se realicen, etc), por tanto el consumidor puede tener una falsa sensación de protección y confiarse en que está protegido cuándo no lo está. El estándar actual de la FDA (Food and Drug Association) es la aplicación de 2 mg por centímetro cuadrado de piel; sin embargo, los estudios demuestran que las personas solo utilizan un 25 a un 50 % de la cantidad necesaria, por tanto la efectividad de la protección del producto disminuye.
Existe una regla para calcular la cantidad de protector solar que hay que utilizar que es más de la mitad de una cucharita para la cabeza y el cuello y otra medida para los brazos, y más de una cucharita entera para toda la parte anterior del torso, otra para la parte posterior del torso y otro para cada pierna.
Como conclusión, debemos recordar que existen muchos factores que alteran el nivel de protección de un protector solar: la cantidad de protección solar que utilizamos, la cantidad del tiempo que estamos inmersos en el agua o en contacto con la arena, cuántas veces aplicamos el producto y la forma en que lo aplicamos. Recordar que debemos aplicar un protector solar por lo menos cada 2 horas o cada 40-80 min si hemos realizado alguna actividad física o después de la inmersión en el agua. Y 15 -30 minutos antes de empezar la exposición solar.
Espero que esta información haya sido útil. Podéis consultarnos vuestras dudas a través del mail de contacto
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